lunes, 11 de junio de 2018

Del Super Hombre al Marxismo. Mi humilde crítica a la concepción del Super Hombre de Nietzsche, hecha por gente que no concibe ni su propia caca.


Del Super Hombre al Marxismo. Mi humilde crítica a la concepción del Super Hombre de Nietzsche, hecha por gente que no concibe ni su propia caca.

Estoy solo a huevo. Nadie se digna en participar conmigo. No me malinterpreten, es algo serio. No es algo exclusivamente mío, probablemente tú también lo estés experimentando, probablemente solo me gusta hacerme la víctima. Para empezar, hablemos del superhombre.

Las etapas del superhombre son las siguientes:

  • El camello, cargando sobre tus espaldas la moral, que alivia tu sed de... [inserte texto aquí]
  • El león, feroz derribando todo aquel esbozo de moral con coraje y rabia
  • El Niño, experimentando su propia moral, su propia belleza y su propia verdad.

Así es el perfil humano en estos tiempos. Toda la gente es propia y de sí misma. Se dignifica de esa manera y se adora.

Pero creo que lo que me dice (o lo que interpreto) de Nietzsche sobre el proceso del superhombre es incorrecto. Es imposible.

En primer lugar, entiendo que el ser humano ser sirve a si mismo. Es decir, el átomo de humanidad, tiene una razón de ser desde el punto de vista funcional. Vivimos y somos producto de la constante evolución de una especie a la que pertenecemos, debido a que nos es útil participar en dicho constructo social.

Creo que está en cada célula y configuración genética, en cada átomo que comprende a la bestia que se autodenomina ser humano. Y aún así todo esto está en contante cambio, y en constante retorno.

Los seres humanos siempre hemos vivido de una comunión entre nosotros mismos. Siempre hemos dependido el uno del otro para realizar las tareas básicas de la supervivencia, y lo seguimos haciendo para satisfacer lujos innecesarios y frustraciones. 

El desarrollo comercial e industrial siempre han terminado en guerras/crisis (como los eventos de Marvel o DC), y es un ciclo que siempre se repite. Dicho factor es de vital importancia para comprender que la naturaleza del ser humano está en auto destruirse.

Pero hoy vivimos en una época de anarquía. Cada quien hace lo que le da la regalada gana, porque todos aspiran a ser súper hombres. Todos se dignifican y adoran como dioses. Sin embargo es solo una fachada, una tendencia más. Independiente de lo que estamos haciendo, que es ser esclavos de un sistema en el cual el poder crea privilegios a unos cuantos. Que no son los hombres señora feminista, que no son los policías joven punk rockero, no son tus hermanos, son las clases sociales, son las élites, es el poder. 

Nos obligan a destruirnos, y no es justo. Por eso es que el superhombre tiene que ver con el poder, más que con ninguna otra cosa, más que con la moral, la verdad o la belleza. En esas cosas se participa o no. En la distribución de poder (y responsabilidad) si se participa a huevo porqué ahuevo.

Algo que me pasa muy seguido, y sobre todo en tiempos de elecciones, es que mucha gente siempre empieza a criticarme en la forma que hablo del Marxismo. Una de las tantas ideologías de progreso, (una de las cuatro grandes de hecho).

Estamos en un café platicando, por ejemplo, y empiezo a decir que una sociedad iluminada es una sociedad que aspira al progreso, que de hecho ese era el punto al que Marx se refería, era fundamental para que de un socialismo pasáramos a un comunismo.


Pues la chica con la que estoy platicando me suelta la directa de que me vaya a Venezuela a twittear desde mi iPhone que todo va a estar mejor con el Peje. #facepalm

El marxismo es una metáfora de una idea de progreso que mucha gente aplica hoy en día. Por ejemplo las escuelas, el logro más grande de la ilustración, obedece a principios Marxistas. Por eso se le denomina “alumno” al estudiante. Las escuelas se suponía que formaban a los futuros seres humanos iluminados que iban a salvar a la humanidad de su eterno retorno, e iban a lograr un progreso. No se si Lyotard consideraba esto como “relato marxista” o si consideraba que al aseverar que el progreso no se iba a dar mediante la liberación del proletariado, estaba invalidando también los muchos recursos que las sociedades ya sea de forma pública o privada gastaban en el mantenimiento del constructo social llamado escuela. El marxismo va más allá del realismo fantástico que llamamos elecciones políticas. El marxismo es un compromiso con El Progreso.

¿Qué es el superhombre? Es un compromiso contigo mismo.

No es para que vanaglories tu superioridad, es para que ocupes tu superioridad en algo, porque el ser humano no hace más que destruirse, ¿porque?, porque en masas somos sumamente peligrosos. No seamos masas, seamos conjuntos de individuos que se ponen de acuerdo para algo. Y recuerda que para lograr eso, debes participar en algo más que la vanagloriación de tus nuevos superpoderes, debes participar.

Si eres profesionista, significa fuiste un alumno, y que ahora eres un ser humano iluminado, capaz de de participar con las capacidades que ahora tienes en generar un progreso para ti, y por ende para la sociedad, por lo menos en partes equitativas. Y créeme que la mayoría de las veces así es. Por lo menos en términos de microeconomía.

Si no participaste en el constructo social llamado escuela, por la razón que sea, ¿Entonces que eres? ¿Participas con alguien en eso que eres? ¿Qué tienes que ofrecer a tu identidad? ¿Realmente haces algo en eso que eres? ¿Como reacciona tu entorno a ti?

El súper hombre, sigue siendo hombre. Creo que están mal interpretando a Nietzsche. Por algo mato a Dios primero. Para dejarnos solos con nosotros mismos. Pero también debemos pensar en el prójimo. En su participación en esto que llamamos vida.


jueves, 7 de junio de 2018

Diario de una ermitaño a huevo...

Diario de una ermitaño a huevo...

La realidad es frágil. La serpiente se enrolla sobre mi camino, obstaculizando el paso hacia el más allá. Hacia la incertidumbre y a la vez a misma la resolución de mi futuro. El vivir o el morir. El siguiente paso en el desarrollo “darwiniano” de la cadena evolutiva. O me sirvo a mi, o le sirvo a alguien más. 

A veces me siento culpable de los males que me rodean. Pero es una culpa existencial. A mi no me importan tus males y dilemas morales. A mi me importan los males que dentro de lo caótico de la existencia, le atañen a mi existencia, (valga la redundancia), es decir, a la gente que de alguna manera directa e indirecta tuviera que ver conmigo, y de alguna u otra manera toda la gente que pudiera estar compartiendo esta realidad conmigo tiene precisamente eso que ver conmigo. 

Siento culpa de eso, ehm quien sea que estes leyendo esto, el FBI, el Papa, Paquita la del Barrio, quien seas. Te pido una disculpa por existir, así como también yo los disculpo por existir ustedes. Tengan en cuenta que también están afectando mi existencia, que bien pacifica solitaria pudiera existir[de lo anterior, obvio es una “imposibilidad, quizá probabilidad”. Es imposible subsistir solo, por lo menos eso pienso, porque todos tenemos derecho a pensar. Además me gusta pensar. Y este es mi blog, donde digo mi opinión, y si no estas de acuerdo, te invito a replicarme, y también te invito a seguir mi ritmo de debate. Tampoco me gustan las hostilidades.]. Perdón, me disculpo por eso con ustedes, y conmigo. De hecho eso último me llena de paz. Que está es mi realidad, y es tan frágil como pueda ser. Estar existiendo es mi esperanza.

Tengo una responsabilidad social con todos ustedes, y al chile me siento con la obligación de exigirles su responsabilidad de ustedes para mi. Porque me considero anarquista. Porque el ni dinero y ni el trabajo, ni el comercio ni la política, ni los políticos ni la tecnocracia. Ni los constructos sociales siquiera tienen conflicto en una sociedad anarquista. Quizá te atrevas a argumentar con el átomo de la anarquía en la mano que la utopía anarquista es imposible, como todas las utopías, (Y usted como todos los marxistas), pero déjeme decirle que hay cosas que por ser humanos nos atañen, porque si alguna ves se ha puesto a ver el fondo de su propia humanidad, y ha encontrado el vacío, déjeme decirle qué es verdad, estamos vacíos, pero a pesar de eso somos seres humanos, y eso nos ata a esta tierra. Hay decisiones que siempre deben tomarse con los pies en la tierra y la mirada más allá de la nubes. A lo que voy es que creo que vivimos en una anarquía, y es imperfecta como imperfectos somos los humanos. 

Creemos que ya está todo chingón, que ya uno es libre, pero ehm no. Aún no nos podemos ganar la libertad colectiva, aún no estamos lo suficientemente iluminados (jaja también soy un poco marxista jej), pero la vida es para probarnos a nosotros mismos, y los invito a encontrarme en el otro plano, fuera de esta matrix, Con mi tranquilidad.


He aprendido de todas las personas con las que me he topado en este viaje, y espero que ellas también hayan aprendido de mí. Paz con paz. Y así la vida.